11 de Junio
Hoy les quiero platicar sobre un punto que tanto a profesionales en diseño de interiores como a personas que quieren modificar sus espacios les pasa. No poder modificar los acabados de un lugar, con acabados me refiero al color de las paredes, los pisos, techo, todo lo que viste a un espacio. A nosotros como profesionales nos pasa que, los clientes muchas veces están cerrados a dejar el lugar como está sin importar que no exista armonía en el lugar, que esté saturado de materiales, colores, texturas, a las personas que buscan hacer un cambio pero no tienen suficientes recursos para pintar o cambiar algo o el espacio no es suyo, también se topan con este problema. Hoy les voy a dar algunos consejos para poder jugar con el espacio y todo lo que lo conforma y lograr sacarle provecho al máximo.
Antes que nada debemos detectar qué colores y texturas existen en el lugar, si los colores son cálidos, fríos, si combinan entre sí o son totalmente opuestos. Si las texturas son demasiadas, en ocasiones, los espacios llegan a parecer salas de muestrarios, todo lo que aporte textura o color al lugar aporta. Una vez que hayamos detectado eso, debemos preguntarnos qué estilo vamos a escoger. Hay que poner mucha atención en el estilo de acabados que tenemos porque de eso dependerá si nuestra idea funcionará por ejemplo, si tenemos un muro de ladrillo y queremos un estilo high tech, no funcionará como esperamos aunque bien llevado tendrá buen resultado. Ya que elegimos el estilo que queremos vamos a diseñar el espacio por capas. El diseño por capas es una técnica de interiorismo en el que, juntando cada capa se logra un resultado final.
La primera capa con la que trabajaremos es el piso. El piso, la mayoría de las veces no suele ser un problema debido a que, o es de madera, laminado o las losetas son en tonos neutros. También existe la posibilidad de que la loseta pueda llegar a ser antigua, pasada de moda o sus colores no combinan con el espacio, la solución a eso es poner un tapete que cubra la mayor parte del área que se va a usar, por ejemplo, en una sala, el tapete debe de cubrir las patas delanteras de cada sillón y a los lados sobre pasar unos 40 centímetros.
Si el problema son los colores de las paredes, la solución definitivamente es sacarle provecho y hacer combinaciones que sean seguras, me refiero a combinarlas con colores neutros, no debemos arriesgarnos a contrastar con colores más vivos. Una buena opción es colocar espejos grandes, cuadros que hagan contraste con el color de fondo, el objetivo es que el color del muro ayude a resaltar nuestra decoración.
En cuanto al techo, muy rara vez me ha tocado trabajar con algún techo que tenga un acabado diferente al liso y blanco, pero existe la posibilidad de que sea de madera, colores oscuros. Si su caso es madera, deberán de acoplar los muebles a ese tono para no mezclar más texturas. Si tienen el caso de que tienen un techo en tonos oscuros, deberán contrarrestarlo con muebles y decoración clara para que el techo sea un detalle diferente.