5 de Septiembre

Siempre existirán modas que se convertirán en estilos y estos se quedarán por un largo periodo de tiempo, así pasa tanto en la ropa, música, como en el diseño de interiores. Las modas están inspiradas en las formas de vida de cierta cultura o sector de la sociedad, pueden volverse masivas o sólo pertenecer a un grupo en específico. Como diseñadora de interiores, estoy involucrada a diario con muchas modas, estilos y tendencias; hoy quiero platicarles sobre un estilo que considero uno de mis favoritos entre todos los que existen, se llama Estilo Nórdico o Estilo Escandinavo.

Seguramente les vino a la mente un espacio frío o una casa que no da la impresión de ser acogedora, pero todo lo contrario, a continuación les contaré de dónde surge ese estilo, en qué está inspirado, sus características más importantes y algunos consejos para lograrlo, en mi página mjinteriores.com podrán encontrar imágenes sobre este estilo para que puedan guiarse mejor.

El estilo Nórdico o Escandinavo surge a principios del siglo XX y evidentemente está inspirado en países como Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca, en donde el clima llega a ser demasiado frío y surge la necesidad de crear espacios que sean cálidos o den la impresión de serlo, ayuden a que la luz natural sea aprovechada al máximo y sobre todo exista estética y armonía en el espacio para que las personas que interactúan en ese lugar se sientan cómodas y tranquilas.

Las características principales del estilo Nórdico son muy parecidas o casi iguales a las características del estilo Minimalista. Los espacios son abiertos, tienen ventanales de piso a techo, no existen muchos muros divisorios.

Los colores que predominan son los neutros principalmente el blanco, tanto en muros como en textiles o muebles, el blanco es el color principal ya que, ayuda como ya lo mencioné antes, a que la luz natural sea protagonista del lugar, además de que da la sensación de un espacio más amplio, limpio y ordenado. Entre los colores más populares podemos encontrar el gris y el beige. En este estilo la carga de color es responsabilidad de la decoración, principalmente los cuadros llenos de color en muros blancos. También los accesorios de colores vivos como los tapetes, enmarcan los espacios. En los textiles se usan colores neutros o pasteles.

En cuanto a los muebles, las líneas rectas son básicas, es decir, los muebles entre más sencillos y con formas más simples quedan mejor, no deben usarse muebles con acabados muy sofisticados, curvos o excéntricos. Los materiales más recomendados y usados son los naturales como la madera. Debido a que todo es muy simple las personas perciben el lugar como un espacio ordenado y tranquilo, ideal para descansar. Tal vez en algunas fotos puedan observar que los espacios están llenos de muebles pero la intención es que todos tengan una función y en cada uno de ellos se almacene algo.

Los acabados en los espacios también son sencillos, muros blancos, si se quiere agregar algún toque diferente se puede agregar un tapiz con motivos sencillos y ordenados. El techo debe ir blanco, el piso puede ser con madera color natural claro u obscuro para que haga contraste con los muros y techo, si desean agregar textura pueden agregar tapetes con mucha textura en colores neutros o vivos.

Como es un estilo que también se enfoca en comodidad, los textiles deben ser suaves, llenos de texturas, que además de cumplir su función aporten estilo. Pueden ser edredones, sábanas, cobijas y mantas en la sala, los cojines son básicos en este estilo y quedan mucho mejor si los combinan con diseños diferentes, siempre respetando la gama de colores.

Los accesorios de decoración deben ser pocos pero siempre los correctos, si tiene alguna función es mejor, por ejemplo, velas, cajas pequeñas para guardar objetos, revisteros, lámparas.