24 de Octubre
Seguramente han encontrado en tiendas, restaurantes, museos y hasta casas el estilo del que les voy a hablar hoy. La mayoría de las personas que no están muy involucradas con la arquitectura y el diseño de interiores conocen o saben identificar pocos estilos, además de que la mayoría son muy evidentes, los más populares son el minimalista (la mayoría de las personas lo elige momento de realizar un proyecto interior), el industrial que está muy de moda, el rústico, entre otros, pero pocas personas eligen o escuchan hablar del estilo Kitsch.
El estilo Kitsch surge en los años treinta y su mayor auge y posicionamiento fue en los años 70 en Alemania, prácticamente puedo decirles que es el estilo opuesto al minimalismo, anteriormente se consideraba una burla a la estética, las personas comentaban que en él, no existía un orden y armonía, lo opuesto a los fundamentos del arte, por lo que se consideraba un estilo tosco y no apto para todo público. Principalmente se consideró que era un arte para el ocio, es decir, es tan recargado y detallado que les daba a las personas "algo que ver" o mientras observaban perdían el tiempo.
Actualmente este estilo bien llevado por un interiorista puede darnos muy buenos resultados, es ideal para espacios en donde quieran que sea icónicos o que estén llenos de estilo y llamen la atención. A continuación les mencionaré las principales características y consejos para lograrlo.
Como siempre lo menciono, la colorimetría es esencial, en el estilo Kitsch predominan los colores vivos como es rosa mexicano, azul, verde, amarillo, no te debes preocupar por elegir uno, puedes combinar todos tanto en muros como en accesorios o muebles. También los tapices son básicos en este estilo, siempre le dará un toque de diseño usar un tapiz.
Hablando del mobiliario, pueden combinar varios estilos, diseños, siempre y cuando sean funcionales, nunca olviden que el espacio sea el estilo que sea siempre debe de ser funcional, de nada servirá un espacio con un gran diseño si no es cómodo el estar en él. Los muebles pueden ser sillones capitoneados, son básicos, sillas metálicas, mesas con diseños vintage, estantería simple. También la tela de los muebles puede llevar algún diseño que haga contraste con los muros. Los tapetes pueden ser lisos o con diseño.
Los accesorios de decoración son los que definirán el espacio y su composición, hay que tener en cuenta que no porque sea un espacio opuesto al minimalismo o en donde se tenga mucho más libertad para colocar objetos o usar muchos colores debe de ser de mal gusto, dentro de toda la mezcla de diseños y colores debe de existir armonía, un diseñador de interiores puede guiarlos muy bien para que no cometan errores y gasten de más, los pueden asesorar antes de comprar para que quede como lo imaginan.
Este estilo se caracteriza porque, si tienes alguna colección de objetos, puedes exhibirla y le dará un plus al lugar. Puedes colocar figuras, macetas de muchos diseños y estilos, un muro con cuadros de colores o fotografías, libros o revistas que colecciones, discos de acetato, lámparas de pie o de mesa con algún estilo único, cojines de muchos colores y texturas, telas de peluche son ideales.
Después de darles estas características, queda claro que no es un estilo elegante, tradicional y clásico, puede caer en lo vulgar pero no deja de ser actual y vanguardista. Muchos restaurantes han optado por este estilo debido a que, al ser tan llamativo, las personas por curiosidad o porque en realidad lo aprecian se acercan y no dudan en tomarse fotos con los objetos, muebles o el entorno, seguramente les llegó algún sitio a la mente. Es una excelente opción de interiorismo comercial si buscas tener un lugar llamativo en donde las personas interactúen e inviten a otras.